sábado, 21 de mayo de 2011

Reflexivo presente

Foto: Namor Omán
Cada proceso que uno vive abre campos de reflexión a veces insospechados (y algunas veces, pocas, trascendentes). Esta campaña electoral, además de sobre las acampadas, la participación ciudadana y mi propia precocidad a la vista de mi implicación política tres años y medio antes de las movilizaciones de este mayo de 2011, me he hecho reflexionar sobre el propio proceso de la campaña. Supongo que el encabezar una lista magenta ha sido clave para percibir una globalidad que como ciudadano elector se me escapaba. Nuestra democracia perfectible debe también mejorar sus procesos de selección de personal (¿Al fin y al cabo se trata de contratar personas que estarán al servicio de todos durante cuatro años no?). En la actualidad en campaña se trata más de colores e indentidad que de propuestas. Se inunda el especio físico más allá de vallas y chapas oficiales y se copan los medios de comunicación que, en este país como dijo alguien un día, son o públicos o concertados. Hoy se me ocurren algunas cosas que mejorarían

Propuestas a vuelapluma sin orden ni concierto:

1. La campaña electoral se hace en El Politódromo.
Del mismo modos que tenemos recintos para ferias de abril que pueden ser en mayo y acotamos lugares para presentar coches antiguos o dispositivos móviles y hasta rastros de novedoso futuro, por qué no crear la Feria de la Política, "El Politódromo" (como lo bautizó un amigo, visiblemente seducido por la idea, tras exponerle yo mi propuesta). Durante la "Feria/Festival/Foro de la Política" nuestras poblaciones se verían libres de toda intoxicación publicitaria y El Politódromo (que sin duda tendría también su versión virtual) recibiría a los ciudadanos que quieren informarse en vivo, más allá de las redes donde hoy se cuece gran parte del meollo político.

2. Racionalización de las papeletas electorales.
Si al español le aptece llevar su papeleta de casa -y tal cosa nos parece bien- establezcamos que durante la campaña electoral el ciudadano que opte por no hacerse con su papeleta el día de la votación en su colegio electoral pueda hacerse con ella en algún lugar público y dependiente de la administración (un proceso similar al voto por correo, pero sin envío)Prohibición de envíos de sobres con papeleta de voto masivamente a los hogares (despilfarro antiecológico donde los haya). Sin los envíos masivos de sobres con papeletas de todos los partidos a los hogares evitaríamos un gran despilfarro antiecológico.

3. Coincidencia de procesos elctorales.
Ahora mismo se celebran las municipales en toda España a la vez que las autonómicas en 13 CC.AA,  las autonómicas de las 4 CC.AA restantes tienen su particular ritmo indiviodual y para finalizar las generales van a su rirmo. España está en proceso electoral cada sí cada no y eso no me parece eficiente (ni en organización ni en gasto y desgaste).
Propongo hacer coincidir las elecciones municipales y autonómicas por un lado todas a la vez y las elecciones generales a su aire. Los partidos políticos y sus integrantes tienen que trabajar para nosotros y las energías y el dinero  de todos que gastan en cada campaña son enormes.

4. Supresión de la jornada de reflexión.
Hoy vivimos una "jornada de reflexión" (como si cuatro años de reflexión no bastaran) y la ciudad sigue llena de carteles pidiendo votos -los más de los partidos con más presupuesto, claro-, las redes bullen de información tanto electoral como electoralista, los periódicos hacen todo menos hablar del tiempo, publicando editoriales o dando la palabra en general a los partidos más pudientes (que no importantes). Resumiendo: En el siglo XXI ni queremos ni podemos garantizarle al ciudadano lo que el legislador entendió como "jornada de reflexión".

Convencido estoy de que esto redundaría en un mejor trabajo cotidiano de los partidos políticos, una mayor transparencia en la comunicación y un mejor rendimiento de nuestro sistema.

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