miércoles, 16 de marzo de 2011

"DE LA GENTE A LOS PROYECTOS Y NO AL REVÉS"

Foto: Namor Omán
Estamos de sobredosis. Como en cuanto se convoquen las elecciones los políticos no podrán inaugurar nada, llevamos días y más días de anuncios e inauguraciones varios (Plan Maestro del Frente Marítimo, Mercado de México, sedes de partidos o incluso proyectos que aún no se pueden usar) y ha comenzado la vorágine de infografías y planos de planes para un futuro cercano, e incierto, para Santander. No es el contenido de cada proyecto el que me preocupa hoy (que también) sino la ausencia de transparencia e igualdad de oportunidades en la elaboración de los mismos, pues no ha habido concurso ni de ideas, ni de méritos, ni consulta popular, todo simple y llanamente  se ha desarrollado malentendiendo el concepto contemporáneo de digital, que no tiene nda que ver con la dedocracia. Indignante: Que Botín elija al laureado RenzoPiano podría pasar al tratarse de dinero privado solo si obviamos que el solar sobre el que se edificará no lo es, pero el resto no tiene justificación alguna por remota que sea. Tanto los Ayuntamientos como el Gobierno de Cantrabria (ese excelso ejemplo de transparencia) abusan de su poder arrabatando a la ciudadanía la posibilidad de contar con la mejor solución entre las aportadas en un concurso. Y se echa de menos la queja "oficial" de los profesionales directamente anulados, con colegios sumidos en el caos y la cómoda modorra, aunque en boca de cada uno de sus colegiados, en la calle, esté el clamor de lo intolerable. Hemos de terminar con, como dijo Álvaro Pombo, "la ira del español sentado", hemos de tomar las riendas como ciudadanos y decir ¡basta! Basta de partitocracia, basta de bi o tri partidismo, basta de tomarnos por los peleles que no somos.

Leía hoy en el blog "Del tirador a la ciudad" * una frase de Joan MacDonald, presidenta de SELAVIP “Hay que llegar de la gente a los proyectos y no al revés” y en estos días, la clase política no es capaz de algo así, dejaría de apalstarnos con su rodillo y daría ejemplo de democracia y eso no sabe hacerlo ya ni le conviene. Pero estamos despertando.

Finalizo esta entrada de hoy recordando el Indignez-vous! ¡Indignaos! de Stéphan Hessel y recordando parte del prólogo de J.L.Sampedro al mismo: "De la indignación nace la voluntad de compromiso con la historia" **

UPyD exige la participación ciudadana directa en los procesos transformadores de las ciudades. UPyD exige que con transparencia sea el mérito el que se encargue de enriquecer nuestro patrimonio edificado y urbano 

¡De la gente a los proyectos y no al revés!
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* http://blogs.elpais.com/del-tirador-a-la-ciudad/
** leído en el blog En tierra de nadie de Pachi Rosés, en el que el bloguero nos deja también esta potente invitación: Bombardead los argumentos falaces de los poderosos con palabras incontestables nacidas del corazón y la razón implacable e impecable.Palabrs como bombas y actos irrepsimibles e irresistibles como caricias".

2 comentarios:

  1. Los instrumentos de esa participación existen, las agendas locales y la mancomunidad de municipios sostenibles, pero ¿dónde se están quedando sus proyectos?,¿por qué la mayoría de los ciudadanos no participan de estos instrumentos? La participación ciudadana es otra limpieza de cara del sistema bi tri etc..como lo es el término sostenible al que todos nos apuntamos.

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  2. Sí Alejandro. Durante los 33 años constitucionales nuestra democracia se ha devaluado presionada por una partitocracia rampante que ha conseguido destruir la separación de poderes, alejando a los ciudadanos (y alimentándolos con sucedáneos actuales del pan y circo romanos) de la participación política, controlando altas instancias judiciales, cajas de ahorro, medios de comunicación "concertados", etc. La ciudadanía ha sido apartada y se ha dejado cómodamente apartar de la vida política inmersa en su burbuja de confortable consumo neo-rico. Pero creo que se pueden enarbolar las banderas de la sostenibilidad y la participación sin sonrojarse y con convicción, como lo hacen tantos movimientos ciudadanos y algunos partidos políticos. Al final sólo tendríamos que tomar conciencia de algo básico: la soberanía reside en el pueblo, y sin nosotros, ningún partido, por grande que sea, es nada (lo cual nos convierte en responsables de todo).

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